Queja de Adán
Algunas personas,
no importa lo que les des,
aún quieren la luna.
El pan,
la sal,
carne blanca y oscura,
siguen hambrientas.
El lecho matrimonial
y la cuna,
siguen con las manos vacías.
Les das un terreno,
su propia tierra bajo sus pies,
aún toman los caminos
Y el agua: cavan el pozo más profundo,
aún no es lo suficientemente profundo
para beber de la luna.
***
Adam's Complaint
Some people,
no matter what you give them,
still want the moon.
The bread,
the salt,
white meat and dark,
still hungry.
The marriage bed
and the cradle,
still empty arms.
You give them land,
their own earth under their feet,
still they take to the roads
And water: dig them the deepest well,
still it’s not deep enough
to drink the moon from.
Denise Levertov (Ilford, 1923 – Seattle, 1997), en Poemhunter.com - The World's Poetry Archive
Versión de Diego Colomba
Rosario, 8/8/23
1. Piogge d´aprile de Sergio Solmi
Lluvias de abril
En estas incesantes lluvias
de abril, se encogen los pasos,
se dispersan las voces, se corrompe
el mundo
en una nube de ruido amortiguado.
El agua del cielo lava las murallas
y las soñolientas ansias,
como las plantas, las viejas heridas
abre, pero sin ardor.
El cuerpo se hunde
despacio en el seno del tiempo
que sin ilusorias promesas nos guía
y los deseos alimenta
anónimos y difusos como hojas.
Así, sin saber,
en el sutil cambio
de pronto, nos apartamos.
Fundidos en arcilla blanda
esperamos la ola voluble
que de nuevo nos moldee.
La naturaleza redime nuestros errores,
males de un fruto suyo,
nos vuelve a sus orillas inermes y desnudos.
Y también yo a tu dulce trampa
a tus encantadores llantos y suspiros
me confío,
a ti que de golpe en el alma
bajo el nimbo lluvioso me des
tu perdón,
piadoso tiempo.
Piogge d'aprile
A queste interminabili piogge
d'aprile, si feltrano i passi,
si sfaldano le voci, si disfà
il mondo
in una nube di suoni assorditi.
L'acqua del cielo lava le muraglie
e i sonnolenti pensieri,
come le piante, le pene antiche
schiude, ma senza bruciore.
Il corpo tracolla
adagio nel grembo del tempo
che senza illuse promesse ci guida
e i desideri nutrisce
anonimi e diffusi come foglie.
Così, senza sapere,
nell'impercettibile mutamento
a un tratto, ci distacchiamo.
Fusi in creta molle
attendiamo l'onda volubile
che ci riplasmi.
La natura riscatta i nostri errori,
mali d'un frutto suo,
ci rende alle sue rive inermi e ignudi.
E anch'io alla tua insidia gentile
ai tuoi incantevoli pianti e sospiri
m'affido,
a te che improvviso all'anima
nel nimbo piovoso mi rechi
il tuo perdono,
bella stagione.
Sergio Solmi (Rieti, 1899-Milán, 1981), Fine di stagione, in Poesie, Mondadori, en Il club degli autori
Versión de Diego Colomba
Rosario, 15/7/23