Suficientemente sincera
Su naturaleza envejecida es la misma
Que cuando la infancia llevaba su nombre
En una atmósfera de amor
Y a él le parecía suficiente:
Solo ahora que ha llegado
A poca distancia de su tumba,
Por fin descubre que
Siempre había estado con quien
Muy a menudo era falso.
***
True Enough
His aging nature is the same
As when childhood wore his name
In an atmosphere of love
And to itself appeared enough:
Only now when he has come
In walking distance of his tomb,
He at last discovers who
He had always been to whom
He so often was untrue.
Wystan Hugh Auden (York, 1907 – Viena, 1973), en The Collected Poetry Of W. H. Auden
Versión de Diego Colomba
Rosario, 3/8/23
1. Piogge d´aprile de Sergio Solmi
Lluvias de abril
En estas incesantes lluvias
de abril, se encogen los pasos,
se dispersan las voces, se corrompe
el mundo
en una nube de ruido amortiguado.
El agua del cielo lava las murallas
y las soñolientas ansias,
como las plantas, las viejas heridas
abre, pero sin ardor.
El cuerpo se hunde
despacio en el seno del tiempo
que sin ilusorias promesas nos guía
y los deseos alimenta
anónimos y difusos como hojas.
Así, sin saber,
en el sutil cambio
de pronto, nos apartamos.
Fundidos en arcilla blanda
esperamos la ola voluble
que de nuevo nos moldee.
La naturaleza redime nuestros errores,
males de un fruto suyo,
nos vuelve a sus orillas inermes y desnudos.
Y también yo a tu dulce trampa
a tus encantadores llantos y suspiros
me confío,
a ti que de golpe en el alma
bajo el nimbo lluvioso me des
tu perdón,
piadoso tiempo.
Piogge d'aprile
A queste interminabili piogge
d'aprile, si feltrano i passi,
si sfaldano le voci, si disfà
il mondo
in una nube di suoni assorditi.
L'acqua del cielo lava le muraglie
e i sonnolenti pensieri,
come le piante, le pene antiche
schiude, ma senza bruciore.
Il corpo tracolla
adagio nel grembo del tempo
che senza illuse promesse ci guida
e i desideri nutrisce
anonimi e diffusi come foglie.
Così, senza sapere,
nell'impercettibile mutamento
a un tratto, ci distacchiamo.
Fusi in creta molle
attendiamo l'onda volubile
che ci riplasmi.
La natura riscatta i nostri errori,
mali d'un frutto suo,
ci rende alle sue rive inermi e ignudi.
E anch'io alla tua insidia gentile
ai tuoi incantevoli pianti e sospiri
m'affido,
a te che improvviso all'anima
nel nimbo piovoso mi rechi
il tuo perdono,
bella stagione.
Sergio Solmi (Rieti, 1899-Milán, 1981), Fine di stagione, in Poesie, Mondadori, en Il club degli autori
Versión de Diego Colomba
Rosario, 15/7/23